A mediados de febrero de 1990, 22 años después de su lanzamiento, la Voyager I había recorrido 6400 millones de kilómetros desde su salida de la Tierra. Allí, en el lugar más recóndito del sistema solar, recibió la orden de girarse y enfocar su cámara hacia la Tierra. El resultado: 0.12 pixels azulados suspendidos en el vacío. El gran Carl Sagan describiría mejor que nadie esta magnifica foto: “Tuvimos éxito en tomar esta fotografía, y al verla, ves un punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. Sobre él, todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada polí...